top of page

LOS VIAJES

  • Glady.
  • 4 ago 2016
  • 2 Min. de lectura

Más allá del Sol, más allá del viento

El viaje como escala de búsqueda y desafío.


Alistar el equipaje, reunir lo leído, lo contado, lo soñado, lo imaginado, lo inesperado; argumentar las incidencias y reinventar la ruta. Vuelves la mirada y el horizonte se ahínca de olvido, de otredad, de pasados sangrientos y rostros enterrados. Pero no, el vestigio está ahí, lo miras, lo revisas y respiras tu historia.


La luz, el aire, el aroma y la carretera son indicios de certeza y expectativas que detonan la ansiedad de una promesa, de un lugar. El autobús acelera y las señales inhiben las distancias.

No es lo que recuerdas, no es como lo cuentan, es reconocer lo incierto, lo magnífico; lo irreal que se presenta como si fuera la primera vez que estás ahí. Se supone que la academia dicta el motivo, pero todo viaje te concede cierto instante y el motivo desaparece sin resistencia.

¿Qué dices, mientras ese aire entrecruza tus pensamientos? ¿Qué defines, mientras el Sol cubre tu espíritu? ¿Qué entiendes mientras esa luz de desierto se abre a placer de tu mirada? ¿Qué queda cuando alcanzas las montañas? ¿Qué falta? El aliento se entorpece y la visión se nubla, pero la fotografía te obsequia ese segundo de tiempo en que cedes la existencia.

Es Real de Catorce, es el Wirikuta (Cerro Quemado), es el recinto sagrado de los Wirrarikas (huicholes), es el desierto de San Luis, es México; es lugar de viento, casa de ancestros, de lenguas propias y ajenas. Es lo que se resiste a morir, pisas la tierra que resguarda el Sol, es lo que el mundo viene a conocer y ahora tú estás ahí.


Podría en otras filas, otras fugas fugaces y festivas

Podría ver algunas distancias

otras sombras, otros tiempos.

Era objeto, sujeto y sugestión,

música enmedio del dolor.


Puedo cerrar mis ojos también.

Aún conservo mis últimos recursos:

deseos empañados de lluvia

y de aires fríos, transparentes.

Vuelta a la escena del verso

del escaparate, de la fuga.

El escándalo como preámbulo

de abismo, donde el salto

sólo era límite de sortilegios.


Cada cuerda, cada nota

acribillando poros.



Era septiembre, eran sólo 12,

sólo 14, sólo 22 hojas en el viento.

Ahora son 32 con miles

de acordes multiplicados.


Acumulaciones cíclicas

trascendidas, traspoladas,

trasnochadas, transcritas,

traspapeladas y con trasfondos

bifurcados entre el violeta

contemplativo y el púrpura escarlata


Noche de trance, que regresa violenta,

como aquella adolescencia parda

sin rostros, sin suaves letras

bajo mis manos.


Sólo esos rasgueos de guitarra

devuelven la certeza, el roce,

el encanto del tiempo encubierto

por recovecos de lunas en fricción.


Comentários


Continua el viaje
  • Twitter Basic Black
  • Facebook Basic Black
  • Black Google+ Icon
Síguenos
Leer más

© 2023 by Glorify. Proudly created with Wix.com

bottom of page