TINTAS NEGRAS
- José Luis Barrera
- 4 ago 2016
- 2 Min. de lectura
LOS MOLINOS DE LA MENTE
Cuando nos sentimos atrapados en una situación muy difícil y que parece no tener salida pasa algo muy curioso, nos cerramos a toda posibilidad que salga de nuestra rutina, es decir que despreciamos cualquier idea que parezca ajena a nuestra forma común de actuar y preferimos seguir en el mismo camino aunque hayamos comprobado muchas veces que nuestras ideas no nos sacan ventajosamente de la situación.
Es así como creamos los monstruos que habitan solo en nuestra mente, tal es la fuerza de estos pensamientos-muro, que la mayoría de las situaciones que nos presenta la vida diaria tienen muchas formas de solución pero en nuestra necedad decidimos seguir poniendo delante de cada situación barreras y mas barreras hasta que creamos un muro tan grande y fuerte que nos parece infranqueable y no hacemos mas que caer aun mas en desesperación.
Lo que no queremos comprender es que nosotros mismos creamos la situación y así como la creamos la podemos destruir y afrontar el reto tal cual es, sin mayor complicación, pero lamentablemente el ser humano (hombres y mujeres por igual) tenemos el ego muy dispuesto a jugarnos una mala pasada y hacernos creer que nuestra razón es la única y fuera de eso lo demás es incorrecto, pero debemos detenernos a analizar si realmente vale la pena el siempre complicarnos las cosas, me gustaría colocar aquí algunos ejemplos de cómo el orgullo y la cerrazón nos pueden llevar a un camino de donde nos es cada vez más difícil salir, pero me imagino que todos nosotros ya tenemos muy claros a nuestros monstruos( y si no, mal por ustedes) y estamos tratando , no de domarlos, más bien de encauzarlos para aprovechar toda la energía que estos estados de la conciencia representan.
Espero que todas las mentes estén dispuestas a aceptar y combatir a nuestra propio ser interior, y si no entienden el sentido de estas palabras, les recomiendo que busquen en su interior, encuentren lo que los perturba y enfréntenlo reconociendo que el único enemigo real que tenemos esta en nosotros mismos.

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